Ama las actividades de un buen perro: pasear por el
barrio, ladrarle a los autos y a otros perros, además de tomar siestas
en su cama después de comer un gran plato de galletas. Claro que está atrapado en un cuerpo humano.
Se llama Gary Matthews y tiene 46 años de humano y 1 de perro, vive en Pittsburgh y decidió abrirle las puertas de su casa a National Geographic Taboo para mostrar su nuevo estilo de vida.
Daily Mail comenta que Matthews se inspiró en la exitosa serie de NBC que veía de niño llamada “Aquí está Boomer”, que se trata de un perro vagabundo que viaja por el mundo para ayudar a la gente.
Desde entonces deseo llevar una vida de perro. En 2010 hasta intentó cambiar su nombre a Boomer, el perro, pero el juez negó su petición alegando que el cambio podría “poner el bien público en riesgo”.
Sin embargo, ahora está desempleado y ha podido realizar su sueño. Entre sus actividades come comida para perros, sorbe agua de recipientes en el piso y duerme en una casa de perro que cuenta con una cama, que insiste es mucho más cómoda que una cama humano.
Tiene un traje bastante peculiar pero no lo lleva a todas horas. Cuando se despierta en la mañana, se ata el pelo largo en dos coletas encima de la cabeza, para similar “orejas”. Y claro tiene su propio collar con su placa de identificación.
Para sus amigos y familiares Matthews es Boomer, el que al salir nunca olvida llevar su juguete chillón bajo el brazo.
Obviamente hay respuestas positivas y negativas ante su comportamiento, ¿tú qué opinas?
Se llama Gary Matthews y tiene 46 años de humano y 1 de perro, vive en Pittsburgh y decidió abrirle las puertas de su casa a National Geographic Taboo para mostrar su nuevo estilo de vida.
Daily Mail comenta que Matthews se inspiró en la exitosa serie de NBC que veía de niño llamada “Aquí está Boomer”, que se trata de un perro vagabundo que viaja por el mundo para ayudar a la gente.
Desde entonces deseo llevar una vida de perro. En 2010 hasta intentó cambiar su nombre a Boomer, el perro, pero el juez negó su petición alegando que el cambio podría “poner el bien público en riesgo”.
Sin embargo, ahora está desempleado y ha podido realizar su sueño. Entre sus actividades come comida para perros, sorbe agua de recipientes en el piso y duerme en una casa de perro que cuenta con una cama, que insiste es mucho más cómoda que una cama humano.
Tiene un traje bastante peculiar pero no lo lleva a todas horas. Cuando se despierta en la mañana, se ata el pelo largo en dos coletas encima de la cabeza, para similar “orejas”. Y claro tiene su propio collar con su placa de identificación.
Para sus amigos y familiares Matthews es Boomer, el que al salir nunca olvida llevar su juguete chillón bajo el brazo.
Obviamente hay respuestas positivas y negativas ante su comportamiento, ¿tú qué opinas?